BALLET MARIE CHOUINARD
Ciclo Danza Auditorium-Air Europa 2025
La danza contemporánea de la compañía fundada en 1990 por la canadiense Marie Chouinard, considerada una de las máximas autoridades de esta disciplina en la actualidad, se presenta en el Auditorium de Palma.
La luz, la expresión corporal y la exaltación de las emociones son las claves del trabajo de esta coreógrafa empeñada en unir música y danza en un todo enérgico e impactante, para crear obras que invitan al deleite visual.
Programa:
- “Preludio a la siesta de un fauno” de C. Debussy
En 1994, la Compañía Marie Chouinard presentó La consagración de la primavera en el Festival Internacional de Danza de Taipéi, con música de Igor Stravinsky interpretada por la Orquesta Sinfónica de Taipéi. Los organizadores sugirieron añadir La siesta de un fauno al programa. Así nació Preludio a la siesta de un fauno (versión Debussy), retomando los gestos y secuencias de la obra inicial de Chouinard, pero ahora adaptados a la música de Debussy, logrando un resultado sorprendente.
Este festival marcó también un hito en la compañía, ya que por primera vez Marie Chouinard transmitió uno de sus roles en solitario a otro bailarín. Esta experiencia sentó las bases de la retrospectiva Los solos 1978-1998, que incluye La siesta de un fauno en su versión original. Desde entonces, Preludio a la siesta de un fauno y La consagración de la primavera se presentan juntas en el repertorio de la compañía.
- “La consagración de la Primavera” de I. Stravinsky
La Consagración de la Primavera ocupa un lugar muy especial en la trayectoria de Marie Chouinard. Una vez que decide revisar este fuerte himno a la vida, crea su primera coreografía basada en una partitura musical. La Consagración de la Primavera de Igor Stravinsky explora un nuevo mundo y marca la entrada de la danza en la modernidad. Marie Chouinard encuentra una vez más en este trabajo vanguardista una original pulsación, que es esencial en sus movimientos. Lejos de contradecir el ritmo de su danza, la fuerza de esta partitura le inspira, le acompaña y da energía, formando el eco y el contrapunto de una coreografía orgánica, vigorosa y viva.
Para Marie Chouinard, todas las formas son el movimiento a través del espacio de una energía vital específica. A diferencia de los coreógrafos anteriores que trabajaron con la obra de Stravinsky, ella construyó su Rito en torno a solos, buscando despertar en movimientos fuertes y claros el misterio íntimo de cada bailarín.
“No hay historia en mi Consagración” explica, no hay desarrollo, tampoco causa y efecto. Solamente sincronización. Es como si yo hubiera abordado el primer segundo que siguió al instante de la aparición de la vida en la materia. El espectáculo es el despliegue de ese segundo. Tengo la impresión que antes de ese segundo, se produjo una cantidad extraordinaria de luz, un relámpago”